Si preguntan por mi colección, debo decir incompleta, felizmente incompleta, si un día se completa no podría coleccionar más.
Conjugando modelos de factoría reciente y no tan nuevos, hasta llegar a antiguos con más de 50 años, vamos a repasar los autos que circularon por nuestras calles entre los años 1950 hasta entrados los 80´s, un legado humilde para quien me siga, o simplemente ir dejando huella...

domingo, 31 de agosto de 2014

Auto Union Universal (1962) - IXO 1:43


Lo primero que llama la atención son sus dimensiones, ponerlo al lado del sedán nos lleva a chistar respecto a las diferencias de escala, otra mala pasada que el fabricante sin dudas.
Sin embargo al momento de hacer esta reseña me doy en que el fabricante estaba atinado, para mi sorpresa el Auto Union Universal, derivado del 1000 S, era mas angosto y mas corto, especificaciones que fueron respetadas en la Argentina por Industria Automotriz Santa Fe.


Ahora si me preguntan que objetivo tenía puede ser un misterio con una posible respuesta, hacer el Universal más corto y más angosto lo llevó a tener un peso similar al sedán y al compartir su mecánica y todos los componentes era un coche que tenía el OK de calidad desde el plano en la mesa de dibujo.


Atento a las especificaciones del fabricante tenía exactamente la misma capacidad de carga respecto al sedán, lo que refuerza mi teoría. La diferencia radica no en cargar más cantidad sino en cargar más cómodo, o cargar más volúmen. Aunque en la práctica se sabe que si el chancho gordo entra lo cargan, con las plazas traseras rebatidas quedaba una longitud de 1,80 mts para carga.


Concebido como un auto ágil y liviano que sin problemas llegaba a los 100 km/h en una ruta (piensen que es del año 62 y era mucho para ese entonces) el utilitario ofrecía un idéntico rendimiento.
Así las reseñas del momento aclaraban taxativamente su carácter deportivo pero más lo inadecuado del mismo para cargas pesadas. Si el usuario lograba cargarlo en forma desmedida sin que el vehículo acuse fatiga en sus elementos estando parado, una vez en marcha se lo cobraría.
No en vano la deportividad y las cargas son como el agua y el aceite hasta nuestros días. El que llevaba el chancho gordo a 100Km/h en un ruta, luego de la primera curva se lo podría encontrar a 100 metros adentro de un maizal por cuestiones que responden a la física: el chancho gordo a 100 km/h en línea recta tiende a mantener su trayectoria y tener distinta desaceleración que el vehículo que lo transporta...

La Real Academia de Ciencias sugiere al conductor en caso de dicho infortunio dos posibles acciones:

La primera es abrazarse al chancho buscando contención en su contextura mullida. Con resultados muy positivos, tanto así que un grupo de cientificos desarrolló la idea para un chancho instantáneo en caso de choques, le pusieron "Chancho Yá!" luego por cuestiones de comerciales y de marketing le pusieron airbag.

La segunda y mucho más recomendada es solicitarle al chancho que frene y en lo posible que doble también junto al vehículo.


Lo curioso del auto es que siendo una rural o break sus comodidades son propias de un vehículo de carga adaptado al transporte de pasajeros, es decir la de un furgón, dispone de dos puertas delanteras y para acceder a las plazas traseras se tenía que rebatir el asiento del acompañante.


Los elementos de confort son escasos tirando a nulos, tanto así que la mejor nota que sacó en su momento es la exactitud del reloj en el tablero. Buscando como punto fuerte su practicidad casi no se hace hincapié en estos asuntos. Lo que resulta inverosímil resulta el contraste entre su espartana condición y que insistan en su carácter deportivo sosteniendo que era un auto para viajar a 120 km/h como velocidad crucero... Tanto así?


La miniatura tiene genes de IXO para un coleccionable sudamericano, pide ser pintado en dos tonos, es decir con techo blanco resultaría muy agradable aunque la sofisticación no es lo suyo. (Ni del fabricante del auto real... ni el de la miniatura tampoco) Pero el tono elegido es agradable, correcto y sin caer en el blanco como salida facilista.
Su calidad representativa es tal que ni necesita ser comparado con el vehículo real del que tratamos. 


Magníficent Auto Union Universal!

domingo, 24 de agosto de 2014

Citroën Visa Club (1979) - Universal Hobbies 1:43


Por los años 70s y pasando a los 80s el ADN de Citroën llevaba a acompañar a sus autos con la palabra "Club", un lo leía y se dejaba llevar por todo lo que significa: juventud, vigor, tiempo libre y agilidad. Claro que todo en tono francés y por esta latitudes hasta decir "merde" bien pronunciado es sofisticado.


Promediando los años 1980-1981 se conoció el vehículo en la Argentina a un precio un tanto incómodo pero con una promesa de economía de combustible tentadora. Una carrocería liviana y un motor pequeño y sencillo llamaba a las almas en pena, víctimas del costo cada día mas caro del combustible, visto desde aquí, 30 años después es el único justificativo de coches tan elementales, pequeños, básicos, herederos de legítimos de los microcoches europeos de post guerra.


Hatchback no era un término usado por aquél entonces, a una cultura acostumbrada al baúl le resultaba una condición natural de un auto que tenga uno, caso contrario era una "break" o "rural" (ambos resultaban sinónimos) pero a vehículos como el Visa se los llamaba "sin baúl" desde la más pura elementariedad.


Y si no hay baúl no hay espacio y si los paragolpes no son cromados y gruesos son un lata... Y se te rompe todo el auto si te tocan. Entre prejuicios y la falta de repuestos hacían que ver pasar un Visa luego de cinco o seis años de vendido fuera la imagen de la tragedia automotriz: Un remiendo de ópticas adaptadas de otras marcas, paragolpes abollados y ruedas sin sus tazas restaban hasta la dignidad del propietario, que recurría a prácticas como la de "dejarlo a la vuelta y llegar a pié".


Pero nuevo o en condiciones resultaba interesante para muchos, era novedoso, líneas atípicas y un montón de pequeños detalles de cómo se hacían las cosas en ése momento frente a una industria nacional estancada.


Cuando todavía se pensaba un tablero con madera o imitación, cuerina y muy poco plástico el Visa saludó con instrumental propio de un transporte futurista, propio de la segunda era espacial que era aquella corriente de la que mucho no se habla y guardaba paralelo con la ciencia ficción del momento.
 La primera era es harto conocida y señalada a más no poder en los coches americanos con exuberantes aletas y reflejaba tecnología espacial tangible, que por aquél entonces era mucho.
Sin embargo para los ochentas era un futuro viejo y lo tangible, amén de los adelantos técnicos se veía igual, nada reemplazó al cohete ni a las aletas y pensar tener un turbina bajo el capot, que en los 60s sería tocar el cielo con las manos, es ahora una pesadilla. En contrapartida la ficción ofrecía un nuevo futuro eficiente, inteligencia artificial y distancias enormes recorridas sin esfuerzo en naves que Oh! casualidad! en sus controles tenían controles tan similares a los de éste Visa...


Como una pequeña nave que sale de otra inmensa, pero no pudo ser todo blanco impoluto como se ve en las películas, vivimos en un mundo cochino y tenemos el beige para disimularlo. Nótese los relieves audaces del tablero en la parte del acompañante.


Es de Universal Hobbies, unos señores que te venden un modelo un poquito mas lindo respecto a los que te venden con fascículos en los kioscos y te cobran un poquito más. Es su nicho, un poquito y un poquito que tienta y salva el bolsillo de onerosas reproducciones, bien por ellos y muy agradecido.


 Es un modelo que cumple por todos lados, si ya lo vió está de más que le hable de las bondades del mismo. ¿Quiere que le señale el paragolpes trasero un tanto descolocado? Y sí, es error del fabricante de la miniatura, pero lo comparte con el fabricante del auto, si encuentra uno real se acordará de éste modelo y de lo realista que es.


Magníficent Citroën Visa!