Si preguntan por mi colección, debo decir incompleta, felizmente incompleta, si un día se completa no podría coleccionar más.
Conjugando modelos de factoría reciente y no tan nuevos, hasta llegar a antiguos con más de 50 años, vamos a repasar los autos que circularon por nuestras calles entre los años 1950 hasta entrados los 80´s, un legado humilde para quien me siga, o simplemente ir dejando huella...

domingo, 28 de diciembre de 2014

VW Beetle Cabriolet (1972) - Cararama 1:43


Para el avezado coleccionista, que gusta deleitarse con cada modelo, invocar el fabricante de una miniatura predispone a saborear el modelo de forma determinada.
El que gusta del buen vino se embelesa con la etiqueta de la botella, mientras se sirve tiene su juego previo del acto amatorio (entrarle al vaso, que más!) y por sus buenos pesos gastados supone que esta hecho con uvitas de la parra del patio del dios Baco.
Trazando el paralelismo, manifestar el fabricante supone mostrar la etiqueta buscando seducir al coleccionista y que pueda entrar en trance (cuando no delirio). Así verán que hay colegas que prefieren omitir dicho detalle suponiendo que va a desmerecer el modelo.
No me diga nada, también están los que deliberadamente lo omiten para presentar un modelo como una excelsa pieza de colección, buscando engañar al novato y hacerle creer por ejemplo que este Beetle posaba en la mesita de luz de la Reina Isabel.
Que no? Y Usted como sabe? Acaso entra al dormitorio de su majestad todos los días?


Entonces para garantizar el Fair Play (No es la nueva consola de Sony inmorales!) desde el título se declara que el modelo es Cararama, marca modesta, modestísima, económica pero que al final saca una sonrisa al volver a casa con un modelo nuevo sin vender un órgano! Si volvemos a la analogía del vino, sería vino en cajita.


Y está en mi colección por que destila entusiasmo por los cuatro costados, si lo vé en su humilde condición, con su carrocería un tanto tosca tiene detalle sobre detalle, paragolpes con banda de goma negra, zócalo cromado, ruedas en tres componentes, neumático llanta y taza...las cuatro ópticas en pieza separada e insertada...


Matrículas a la vista, caños de escape en pieza separada, retrovisores...


Incluso la capota tiene pliegues, costuras y marco metálico (falso claro está) para la luneta trasera.


Tanto detalle más para luchar con las puertas que se abren, más específicamente con el mecanismo de abertura propio de un modelo tamaño 1:18 que hacen salir la puerta con poca naturalidad.


Pero insisto, la puerta bien bonita está, buscando pose con la cámara y ocultando el malicioso sistema de apertura se dejan ver sus dones como su interior y ventilete.





Hablando de interior, sorprende el habitáculo, sobre todo el tablero que copia muy bien sus formas, no vamos a pedir siquiera una tampo en el mismo ya que no aplica a la categoría del modelo.


Otro pesar del modelo es su cintura alta, por otro lado la capota en los vehículos reales rara vez imita la geometría del techo rígido a la perfección, más en los años 70s. Con eso la caída de la parte trasera tan perfecta y en sintonía con el capot del motor mucho no convence (y se lo aprecia un tanto vertical)... Algo perfectamente solucionable si seguimos tomando vino.


Ahora que reforzamos nuestro vínculo de amistad ya que juntos hemos sobrevivido a las horrorosas aperturas, lo invito a compartir las mieles del modelo ya cerrado y en sus más fotogénicas posturas.


Magníficent Beetle Cabrio!