Es extraño, llamativo, curioso, el modelo sigue rigurosamente el método moderno de fabricación, pero no trata de reproducir un auto real sino un auto de historieta, de las Aventuras de Tintín.
Georges Prosper Remi (1907-1983), que firmaba sus obras como R.G. (Remi, Georges) y luego Hergé (como sonaban las dos iniciales en francés) Dió vida a Tintín en 24 aventuras, muchas veces autoreferencial (incluso Tintín tiene un gran parecido con el autor a edad temprana) y generalmente poco objetivo, ya que el género no se lo exige, plasmaba su ideología y modo de ver el mundo con naturalidad.
Quizá hoy no daría la nota pero con dos guerras mundiales al hombro, en su terreno ficcional luchó contra bolcheviques, por la cuarta o quinta aventura saca a relucir un lado racista que hoy sería inaceptable y en la segunda postguerra fué acusado de simpatizar con nazis y de formar parte del rexismo (movimiento belga similar al fascista italiano).
La primera obra posterior a la segunda guerra fué afín al anticomunismo y en contra de regímenes totalitarios, por lo que en una segunda lectura de sus obras anterirores un tanto ambiguas pero con otra predisposición por parte del intérprete fué determinante para su exoneración, muchas veces se habla de que Hergé fué salvado por su personaje por esta cuestión.
Seamos claros, no estamos frente al Walt Disney europeo, es hasta entendible sus idas y vueltas por que no reflejan otra cosa que las idas y vueltas de la población civil durante las guerras, incluso mucho de su éxito es por ofrecer un escape ficcional a tierras lejanas. Uno toma una Aventura de Tintín y termina en China, Oriente o América... pero antes la trampa, el anclaje a la realidad.
Imagino tomar un diario en esos años, leer las atrocidades de la guerra, luego llega la tira diaria de Tintín que sigo leyendo buscando mas datos en esa realidad que ofrece y me termina mandando al Tíbet...
El Peugeot 403 llegó en Les Bijoux de la Castafiore (Las Joyas de la Castafiore). Es la vigésima primer aventura (una de las últimas) por el año 1961, lo notable es que ya no hay desplazamiento, ya no hay aventuras en tierras lejanas, quizá por ser años de paz en Europa el escapismo no resultaba tentador ni para el autor siquiera. Combinó la opulencia -todo transcurre en un castillo y el caso era la desaparición de unas joyas- con los avances tecnológicos al servicio de las masas.
Su contrato con la realidad vendría de la mano del consumismo, era el Profesor Tornasol (Su científico "necesario" para aventuras anteriores) creando su "Supercolor Tornasol" un TV gigante a colores... La TV a color saldría por primera vez al mercado dos años después. También los autos decían presente y lo hacen con el mayor realismo posible: las proporciones, detalles, colores, incluso comportamiento.
El modelo así es la curiosa resultante de ser la reproducción de la reproducción, Hergé le hizo fácil la tarea al matricero, los trazos de la historieta son tan fieles que sólo se tuvo que reproducir su principal limitante: La paleta de colores.
Así se puede apreciar que el modelo es carente de brillo, siendo el azul oscuro característico de Peugeot un tanto más claro y opaco, los cromados en gris y el equipaje en tonos poco vibrantes.
Las ruedas lucen "en uso" tal como se las hacía lucir en papel.
Los personajes en el 403 se agradecen y brindan vida al modelo.
Es notorio el esfuerzo extra no sólo de incluirlos, sino de incluirlos en plena interacción unos con otros.
La base no guarda relación con el auto en absoluto, quizá la decisión fué de no reproducir lo que no se ve, entonces tiene la función de cierre o tapa para cerrar el modelo, lo notorio es que no usaron plástico, la hicieron en metal.
El modelo tiene un peso que sorprende, teniéndolo en la mano pude calcular entre dos veces y media y tres veces más de lo que pesan otros modelos actuales.
El caso Reyes: nunca dejo de lado la oportunidad de tener otro 403, fué el primer motor que sentí, éste modelo en particular completa al otro de IXO también azul y prístino.
Trae vivos recuerdos de los últimos momentos de aquél 403 azul con la pintura quemada por el sol y cromados sin brillo, por que la verdad es que a los viejos y queridos se los recuerda así, viejitos en los años compartidos.
Vamos por otra aventura...
Magníficent Peugeot 403 Hergé!
